Compartimos la carta de Bilboko Masa Kritikoa, de 2012, que
se publicó en el libro “Shift Happens! Critical Mass at 20”, celebrando el 20
aniversario de la masa crítica en San Francisco, con historias de las masas críticas de todo el
mundo.
Os recordamos que tenemos una copia en inglés del libro para prestar por si lo queréis leer, avisadnos, es un placer!
En este tiempo la bici cada vez está más presente en Bilbao,
pero hay cosas que se mantienen y seguimos disfrutando, como es la Masa Kritika una vez al mes en Bilbao (MCB).
En todo este tiempo ha habido un gran cambio, en marzo de
este año, desde MCB y por petición popular (como todo), se ha decidido cambiar
las quedadas de fin de mes a los jueves!! A ver si cuadra mejor en los horarios
de la gente y nos podemos animar más.
¡Disfrutad con nuestra historia!
Marisa Castro
Bilbao,
Enero de 2012
Hola amigas y
amigos de todo
el mundo.
Soy la masa
crítica de Bilbao,
una pequeñita masa crítica
que llevo unos cuantos
años creciendo, poco
a poco, porque no
tengo prisa ni llevo
gasolina, pero quiero
llegar lejos, muy
lejos, y seguir
pedaleando Bilbao y
mucho más allá.
Os escribo para
contaros cosas de
mí, de mis amigos
y que así veáis
qué gente tan maja
me cuida y me
mima en Bilbao y
os animéis a venir
con nosotras el último
viernes de cada
mes a pasar un
fantástico rato en
buena compañía.
Nací hace muchos
años, allá por 1990,
aunque no me
pusieron este nombre.
En aquel año estamos
hablando de Bilbao,
una ciudad fabril en
plena reconversión industrial,
donde el coche era
el dueño de la
carretera. Por otro
lado, era y sigue
siendo una zona
con una gran afición
a la bicicleta
como deporte, con un
gran número de clubes
ciclistas deportivos
y muchos ciclistas
que salen
a hacer kilómetros
y kilómetros el
domingo en la
bici más ligera y
en el menor tiempo
posible, pero había
muy poca gente que
usara la bicicleta
como medio de transporte
habitual. En ese
momento, las poquitas
personas que usaban
la bici como medio
de transporte se
conocían todas, y
un día unas seis
u ocho de aquellas
personas decidieron
traerme al mundo
y empezar a pedalear
juntas un día
cada mes para reivindicar
su huequito entre el
tráfico salvaje.
Estuvimos así durante
ocho meses, ellos dejaban
papelitos en las
bicis que veían por
el Gran Bilbao (el
área metropolitana de
Bilbao), para animarles
a unirse al paseo
reivindicativo, y empezaron
a hablar de hacer
una asociación de
ciclistas urbanos.
Sin embargo, era muy
poquita gente y
fue difícil mantenerlo
tan poquitas, por
lo que tras estos
meses, aquello se
diluyó y me
quedé sola y sin
amigas, esperando
que en algún momento
pudiéramos volver a
pedalear juntas.
Un año después,
en 1992, alguna gente
de San Francisco
(el de Estados Unidos,
no el barrio bilbaino
de ese mismo nombre),
empezó a reunirse
a hacer lo mismo
en el otro lado
del mundo, pero yo
en aquella época no
lo sabía, y mis
amigas tampoco.
Pero fijaos, la gente
con los mismos problemas
al otro lado del
mundo estaba haciendo
lo mismo que nosotras!
Y aquello empezó a
moverse por todo
el mundo, ya con
el nombre de Masa
Crítica, bonito nombre
que según a quien
preguntes te hablará
de los ciclistas
en China, de las
reacciones químicas
o nucleares, pero
para todas significa
lo mismo: unámonos
a pedalear hasta que
seamos más que
los coches.
Más adelante,
en el año 1994,
algunas de estas
personas que me
trajeron al mundo
se unieron a algunos
amigos ecologistas
y bicicleteros y
formaron una asociación
no gubernamental, “BizizBizi”, con un
ánimo político muy claro,
con el objetivo
de promover la bicicleta
como un medio de
transporte alternativo
al coche, que empezó
a dar cursos de
andar en bici, a celebrar
el día de la
bicicleta y otras
campañas de sensibilización
social. Así como
influir lo máximo
posible en la
toma de decisiones
de las instituciones
para que cada vez
se nos respete más
y haya más gente
pedaleando en la
ciudad y menos
haciendo ruido y
contaminando el aire.
Bonito nombre Biziz
Bizi, que juega con
bizi, vivir en euskera
y el cambio de
grafía de bici.
Vivir la vida, vivir
la bici, pedalear
la vida...
En los siguiente
años, sabía que había
gente trabajando por
las bicicletas en
Bilbao, pero yo
seguía arrinconada
y sin amigos, aunque
poco a poco veía
a más gente en
bicicleta en la
ciudad.
Hasta que el
año 2003 volví a
renacer en Bilbao,
ya con el nombre
de masa crítica.
Era de nuevo la
misma gente que estaba
en Biziz Bizi, que
con el subidón de
alegría que tenían después de
organizar unos encuentros de cicloturismo por Bizkaia,
se preguntaban: “Si
se hace en Burgos,
Gasteiz, Iruña, Zaragoza,
Barcelona, Valencia,
Valladolid... ¿por qué
no en Bilbao? Así
un grupo de ruidosos
y entusiasmados ciclistas,
tocando el timbre,
nos juntamos el último
viernes de septiembre
de 2003 en el
edificio de la
diputación para hacer
la primera Masa crítica
de bilbao. De ahí
ya nos mantuvimos
en una masa crítica
al mes, generalmente
juntándose un pequeño
grupo de no más de
20 personas, suponemos
que por culpa de
la meteorología, y
aún no hemos parado!”.
Así daba noticia de
mi renacimiento uno
de mis primeros
amigos en un boletín
de la asociación
de ciclistas urbanos para
animar a la
gente a unirse a
esta celebración.
Fue un gran momento para mí. Descubrir que tenía muchas hermanas en los sitios más inesperados del mundo, que aun sin conocernos hacemos lo mismo, reaccionamos a los mismos problemas de forma muy parecida y con la misma alegría... qué emoción, tengo cientos de hermanas y muchas amigas! Y nueve años después aún no hemos parado y cada vez tengo más amigas y amigos.
El punto de
quedada es el
edificio de la
Diputación de Bizkaia
en Bilbao. Partimos de este lugar
porque, aunque no
tiene competencias sobre
la circulación en
Bilbao, es la
casa de la gente
que gestiona las carreteras
en toda Bizkaia,
y en el año
en que volví a
pedalear había salido
el “plan ciclable
2003-2016” y sería
bueno recordárselo todos
los meses con un
montón de ciclistas
allí. Y por cierto,
aún sigue siendo necesario
recordárselo, porque no
han hecho casi nada
de aquellos planes.
En los primeros
años, tenía una cuadrilla
de tres o cuatro
amigos que venían
siempre conmigo,
que dejaban anuncios en
las bicicletas que
encontraban a lo
largo del mes, y
que intentaban mantener
la libertad y falta
de jerarquía que caracteriza
la masa crítica a
lo largo del mundo.
Sí venía alguna vez
gente de fuera del
movimiento asociativo,
pero hay que reconocer
que el núcleo que
no faltaba y la
dinamizaba era de
la asociación Biziz
Bizi, mi cuadrilla
más íntima, pero yo
quiero más amigos,
yo quiero una cuadrilla
global!
En estos años,
mucha gente se ha
ido uniendo al grupo
que pedalea alegremente,
por diversos motivos:
reivindicar más carriles-bici,
buscar el respeto
de los conductores,
para andar en bici,
y también mucha gente
ha perdido con nosotras
el miedo que les
daba andar en bici
entre los agresivos
coches y la
masa crítica les permite
sentirse arropadas...
y sobre todo pasárselo
bien. Muchos de mis
amigos siguen al
pie de la letra
el lema de “pedalea
todos los días, celébralo
una vez al mes”,
y a muchas nuestra
compañía les ha
ayudado a dar
el paso que necesitaban
para enfrentarse a
los coches en el
día a día, y
empezaron pedaleando
una vez al mes
en la masa crítica,
para luego atreverse
a convertir la bici
en lo que realmente
deseaban que fuera:
nuestro medio de
transporte habitual.
Hemos tenido varias
épocas, con debates
entre mis amigas sobre
cómo atraer a más
gente, dinamizarme,
animar a cada
una de ellas a
llevarme adonde quisiera...
quiero ir a
los sitios favoritos
de mis nuevos amigos,
adonde los coches
se acostumbren a
que la bici también
es un medio de
transporte y tenemos
que compartir la calzada,
y los peatones
nos vean y les
dé tanta envidia lo
bien que nos lo
pasamos que se
unan a nosotras
el próximo mes. Tuvimos
una época de masas
críticas temáticas
por los monumentos,
jardines, frontones
de Bilbao... sin embargo,
nos parecía mucho mejor
no llevar cosas muy preparadas,
para que no me
sigan asociando con un
grupo en concreto
y empiecen realmente
a participar todas
en la masa, adónde
vamos, qué hacemos
este viernes.
Como una niña
pequeña, los primeros
cinco años me mantenía
prácticamente el mismo
grupo de amigas, mi
familia más cercana.
Si ellas no venían,
no había masa crítica.
Sin embargo, en algún
momento en el
2008-2009, empezó a
unirse más gente
con ánimo de convertir
ese día en un
paseo lúdico, empezaron
a traer pelucas,
banderas de colores,
cantar canciones...
“somos más majas
que el copón /
y no contaminamos...”,
“que no somos de
aquí, que somos de
Bilbao, por eso
llevamos la bici
a to los laos”...
adaptándome letras de
canciones. En ese
momento, dejé de tener
una cuadrilla exclusivamente de gente
de Biziz Bizi. Aún
así, la dinamización
parte siempre de gente
de Biziz, el simple
hecho de adónde vamos,
empezar a moverse...
se sigue mirando a
determinada gente a
ver qué hacemos.
En el año
2009, un grupo de
25 personas, casi todas
mis amigas, se organizaron,
metieron todas las
bicis en una furgoneta,
y se fueron a
la reunión familiar
de masas críticas
de todos los planetas,
la Criticona de Madrid,
la primera “masa crítica
interplanetaria” . Qué
subidón de felicidad,
qué alegría conocer a
mis hermanas de todo
el estado y de
más allá. Allí surgió
la bicicletina, como
decidimos llamar a
esa alegría que nos
subió y desde entonces
no ha parado de
subir, al pedalear
con tanta gente con
el mismo objetivo,
con las mismas ganas.
Y vaya estirón que
dí con esa fiebre.
En Bilbao empezamos
a ser más coloridas,
más ruidosas y más
musicales, más numerosas,
a mantenernos en
las 20 personas
como mínimo en los
días lluviosos o de
invierno, llegando
a duplicarnos o
más en los meses
de primavera-verano.
En todo este
tiempo, siempre hemos
tenido paseos agradables
y sin problemas.
Algunos conductores
se impacientan un
poco por ver ralentizada
su marcha, pero no
hemos llegado más allá
de pitidos y pitidos
para que les dejemos
pasar. También hay
cierta impaciencia
cuando siguen viendo
pasar las bicis y
a ellos ya se
les ha puesto el
semáforo en verde
en el cruce, pero
siempre hay alguno
de mis amigos parándoles
y si es necesario
explicándoles porqué seguimos
cruzando. Tampoco hemos
tenido problemas
con la policía municipal.
Sí que un par
de veces nos han
parado, buscando
a los responsables,
preguntando por el
permiso para la
manifestación, y se
quedan bastante
sorprendidos cuando se
enteran de que
yo no soy una
manifestación, que nadie
me organiza, que no
hay responsables, pero
finalmente nos dejan
partir sin ninguna
objección, sanción ni
mucho menos detención.
Les dejo bastante
desconcertados.
Desde hace unos
tres años, un pequeño
grupo me dedica todos
los meses un boletín,
“kri-kri”, contando
cosas de otras de
mis hermanas del mundo,
de cómo avanzan las
ciudades al ritmo
de las bicicletas,
cómo se resuelven
los conflictos, las
próximas convocatorias,
algo de humor bicicletero...
Llevamos ya 28
números repartiéndolo
al principio de la
masa crítica. También reparten
periódicamente un pequeño
volante con las
cosas básicas que una
debe saber sobre mí.
“La masa crítica no
es más que un
puñado de ciclistas
circulando juntos. Nadie
está al cargo. La
única consigna es pasarlo
bien y permanecer
agrupados”... Este
grupo kri-kri también sigue
siendo de Biziz
Bizi, pero confío en
que pronto pueda leer
cosas escritas por otras
personas.
El año 2011
ha sido un año
muy bonito para mí,
siento que sigo
creciendo con gran
fuerza y espero
que pronto pueda independizarme
y salir a pasarlo
bien con gente de
otras cuadrillas, ir
a otros sitios, escuchar
música nueva...
Tras dos Criticonas
en Madrid, un pequeñito
grupo de gente se
animó a celebrar
una gran fiesta en
mi honor en Bilbao,
qué emoción! Aún me
sonrojo cuando pienso
en ello, qué importante
y feliz me sentí!
“¿Cuántas
bicis caben en Bilbao?”
nos preguntábamos. “KritikONA,
Masa Kritika Mundiala”,
se llamó mi fiesta.
kritikONA mezcla la
palabra crítica,
por la masa crítica,
por la crítica al
sistema de movilidad,
con “ona”, buena
en euskera y un
sufijo aumentativo
y expresivo
en castellano.
Sería una gran y
bonita masa crítica.
Más de medio
año preparando la
fiesta, el programa
lúdico-festivo, invitando
a amigos de mis
hermanas de todas
partes, poniendo
pegatinas, calendarios
que recordaran a
todo el mundo la
fecha, bonitas camisetas
para llevarnos un bonito
recuerdo, el alojamiento
en Kukutza, un centro social
okupado, para todas
las amigas que vinieran,
un conciertazo del
grupo que ha escrito
una canción en nombre
de todas las masas críticas y estrenó otra
más aquel día...
Y lo mejor,
gente de todo el
mundo, de Galicia,
Asturias, Madrid, Barcelona,
Valladolid, Francia,
Italia, Alemania...
y mucha gente de
Bilbao, hasta casi
1000 personas que nos
unimos pedaleando
por Bilbao durante horas
y horas, haciendo
la ola en el
puente de San
Antón, en la
entrada a la
autopista, bloqueando
el tráfico, recordando
que estamos aquí, que
hemos venido pedaleando para quedarnos, que
queremos venir con
nuestra bici en
el tren, sin ningún
incidente en la
carretera, porque no
bloqueamos el tráfico,
somos tráfico. Vaya fin
de semana más bonito,
no os imagináis
la cantidad de amigas
que he hecho en
todas partes.
Solo me pone
triste una cosa.
A pesar de tantos
años de trabajo,
de aumentar poco a
poco mi cuadrilla
de amigas, siempre todas
bien majas y respetuosas
con las demás, parece
que la mayor parte
de la gente de
Bilbao no me
conoce, no sabe
quién soy, qué hago
aquí, porqué hago falta.
Dentro de un
círculo muy reducido
de organizaciones sociales
de Bilbao soy muy
conocida y tengo
muchos amigos. Conozco
a mucha gente que
suele venir a pedalear
conmigo, las chicas
de la asamblea
de mujeres, de organizaciones
ecologistas y antirracistas,
de radios libres, del
grupo de fixies y
del bike polo, del
centro social okupado
que nos acogió en
la kritikONA y que
fue tristemente desalojada
pocos meses después y
a quien mando un
fuerte abrazo. Sin
embargo, me gustaría
expandirme, ser independiente,
que la gente que
nos ve pasar desde
su coche cada mes
diga “mira, es la
masa crítica que celebran
y pedalean juntos todos
los meses” y al
mes siguiente en vez
de pitar desde el
coche para llegar antes,
se unan a nosotras
y disfruten del camino.
Me gustaría salir en
los periódicos, en
la tele, en las
radios. ¿Porqué ni
siquiera cuando fuimos
casi mil personas
pedaleando durante horas
y llenando la ciudad
de bicicletas durante
un fin de semana
salimos en el
periódico?
Sin embargo, veo
el futuro con esperanza
y muchos ánimos, veo
un futuro en el
que seré totalmente
autónoma e independiente
de cualquier grupo en
concreto, seré perdurable,
con más amigas. Los
bilbaínos hablarán
de mí aunque aún
no hayan venido nunca,
y siempre se dirán
al vernos pasar “qué
grupo tan majo”,
el proximo mes inflo
las ruedas de mi
bici y me uniré
con ellas a pasarlo
bien”. Granito a
granito, ayudaremos
en esa transformación
social que todas
estamos esperando.
Que esto se
sigue expandiendo. Hace
ya dos meses que
nació mi última hermanita,
aquí cerca, en noviembre
nació la masa crítica
de Donosti y ya
se empiezan a juntar
el último jueves de
cada mes. La masa
crítica sigue pedaleando!
Felices 2012 kilómetros
en bicicleta allá donde
estéis.
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